Sarah Goodridge
Estados Unidos, 1788–1853
Sarah Goodridge fue una retratista que sobre todo realizaba miniaturas, retratos en un pequeñísimo formato que tienen preisamente por ese motivo un encanto especial…
Goodridge nació en el estado de Massachusetts y comenzó a dibujar desde muy niña, mostrando pronto habilidades para el arte. Su hermana Elizabeth también destacaría en la pintura y se convertiría también en una miniaturista famosa.
Por supuesto eran tiempos en los que las niñas ni siquiera podían soñar con una carrera artística, ya ni mencionar una educación en cuanto a pintura, pero la curiosidad de Goodridge era demasiada, y su interés por el mundo del arte hizo que desarrollara una carrera autodidacta (y ya sabemos que eso quiere decir que es aprender de los demás enseñándose a uno mismo).
Con casi cuarenta años se fue a vivir con su hermana Eliza a Boston y ahí si que comenzó a recibir clases de pintura con el miniaturista Elkanah Tisdale. Su nivel aumentó considerablemente y empezaría su verdadera carrera cuando empezó a recibir encargos de retratos en miniatura. Sarah los hacía muy bien. De hecho, cada vez mejor, y su clientela fue creciendo, ganando la artista una merecida fama y una pequeña fortuna con la que pudo ser independiente.
Sus miniaturas pintadas en marfil tienen un encanto extraordinario. Son pequeñas obras de arte, pinturas íntimas, deliciosas, casi secretos guardados para el espectador.