Sergius Pauser
Austria, 1896–1970
Sergius Pauser fue uno de los primeros artistas austriacos reconocidos internacionalmente. De hecho, fue pintor olímpico en los JJOO de 1928 y de 1936. Sí… en esos años la pintura era una competición olímpica, junto a arquitectura, escultura, literatura y poesía.
En sus primeros años, Pauser estudió arquitectura en Viena, pero al conocer su verdadera vocación se cambió a la pintura y entró en la Academia de Bellas Artes de Múnich de 1919 a 1924. Buenos tiempos para estar ahí creando, con Max Beckmann u Otto Dix.
Fueron años en los que el artista fue valorado dentro y fuera de su país.
Pero llegaron los nazis a Austria, las pinturas de Pauser fueron calificadas inmediatamente de arte degenerado. Se cuenta que hasta el mismísimo Adolf Hitler arrancó personalmente de la pared tres obras de Pauser durante la mítica exposición y prohibió a este artista volver a exponer su arte. No tardaría en acabar en uno de esos confortables campos de concentración nazis. La fulgurante carrera de Pauser se frenó de repente.
Tras la pesadilla nazi, Pauser volvió a ser rehabilitado y valorado como antes. Se le designó profesor en la Academia de Bellas Artes de Viena, donde enseñó hasta su muerte.