Thomas Couture
Francia, 1815–1879
Thomas Couture, academicista, profesor de grandes artistas y una especie de rival de su pupilo y coetáneo Manet, que andaba experimentando demasiado con tanta pincelada libre. Couture por el contrario era un pintor de historia, un clásico, un tipo de la vieja escuela que ganaría numerosos premios y enseñaría arte a muchas de las más brillantes figuras de las futuras generaciones del arte francés.
Nacido en Senlis, su familia se mudó a París en 1826 y ahí estudió Bellas Artes. Su talento era innegable. Su futuro, muy prometedor. Falló el concurso Prix de Rome seis veces, pero terminó ganando el segundo premio en 18371. Ganó medallas a puñados y nombrado caballero de la Legión de Honor.
Con esas credenciales, decide abrir un estudio para entrenar a los mejores talentos de la pintura histórica. Por ahí pasaron Pierre Puvis de Chavannes, o el ya nombrado Edouard Manet, con el que mantuvo una relación conflictiva, aunque el padre del impresionismo se pasó por ahí durante seis años y medio, por lo que algo aprendería de Couture.
En efecto, Thomas Couture no es sinónimo de experimentación o vanguardia. Eso no quita que su arte sea de gran calidad, y sus enseñanzas sobre pintura influyeran a las futuras generaciones hasta tal punto que no podemos saber si gracias a Couture el arte es hoy como es.