Willem Claesz. Heda
Países Bajos, 1594–1680
Heda es uno de los pintores holandeses más destacados de naturalezas muertas. Su habilidad e impecable técnica para pintar todo tipo de texturas y materiales le convirtieron en uno de los bodegonistas más reconocidos de su época.
Sus composiciones son características sobre todo por la tendencia monocromática con que las realiza, impregnando toda la composición con tonalidades de color dependientes de la hora del día con que la luz natural las iluminaba al ser pintadas. En sus bodegones podemos ver por ello un rastro de luz que, como vertiendo sobre los objetos un aura sagrada, los ilumina desde arriba, desvelando la fuente de donde proviene a través del reflejo de una ventana sobre el cristal de alguna copa.
El rechazo del calvinismo a introducir en las Iglesias imágenes que distrajesen la atención de la enseñanza legítimamente predicada por el prelado en el templo, hará que sean las prósperas familias de comerciantes los principales financiadores y adquisidores de este tipo de obras; las cuales se convirtieron en la perfecta manera de ostentar privadamente los exquisitos manjares con que podían abastecer sus mesas, así como un retrato de muchos de los productos con los que comerciaban.
Pero estas peculiares composiciones de desayunos y meriendas, pintadas hasta la saciedad por los artistas barrocos holandeses, estaban también colmadas tanto de un simbolismo inagotable como de un mensaje imperecedero sobre la vanidad de los placeres y riquezas mundanas. Mensaje con el que estas naturalezas «quietas» o «tranquilas» invitaban a una atenta contemplación.
Heda, nacido en la importante ciudad comercial de Haarlem, logró vivir acomodadamente gracias a su trabajo como pintor y maestro, llegando a alcanzar puestos directivos en el conocido gremio de artistas de San Lucas. Llegó a invertir también, como tantos otros holandeses del XVII, en el barroco mercado especulativo de tulipanes. Y estuvo además directamente vinculado, gracias a sus nupcias, con el próspero negocio de la cerveza, bebida que encontraremos servida sin falta en alguna de sus mesas.
Traspasará su técnica a su hijo Gerret Willemsz. Heda, cuyas obras a menudo son difíciles de diferenciar de las del padre.