Judith Leyster
Países Bajos, 1609–1660
Judith Jans Leyster fue una pedazo de artista del Siglo de Oro holandés. Sin embargo, su condición de mujer fue un lastre para su carrera y durante siglos sus extraordinarias pinturas fueron atribuidas a sus coetáneos con pene, como fueron Frans Hals, o incluso el marido de Leyster, Jan Miense Molenaer.
Nacida en Haarlem en una familia burguesa, desde muy joven destacó en la pintura y pudo desarrollar su formación sin problemas. Trabajo para artistas no faltaba en esa Holanda del Siglo de Oro.
Judith Leyster se especializó en alegres escenas de género: músicos, bebedores en tabernas, niños… gente sonriente o divirtiéndose. Era lo que compraban los clientes holandeses en esa época. También escenas domésticas como mujeres en labores del hogar.
La institución neerlandesa para trabajar como Dios manda era el Gremio de artistas, y al parecer no había ningún problema en admitir a mujeres. Leyster fue de las primeras, pero decenas de artistas femeninas fueron admitidas durante todo el siglo XVII, aunque siempre fueron tratadas con cierta condescendencia. Artistas sí, pero artistas menores. Artesanas o como mucho ayudantes de sus maridos.
En 1636 Judith se casa con el tal Molenaer, un pintor objetivamente menos talentoso. Y como pintaban temas muy parecidos, la obra de Leyster fue durante mucho tiempo erróneamente atribuida a él.
Además, al parecer, Leyster dejó de pintar tras el matrimonio. Hay muy pocas obras—que se sepa— pintadas después de 1636.
Judith Leyster murió en 1660. Tenía 50 años. Siempre se ha dicho que era «imitadora» o seguidora de Hals. Nosotros no lo tenemos tan claro.