Abstracción con referencia a un árbol en flor
Abstracción al cuadrado.
Cuando Klee se puso abstracto, empezó a pintar cuadrados y rectángulos de colores, y llenó muchos lienzos con esta sencilla (y a la vez compleja) temática. Esa sencillez/complejidad de pintar este tipo de figuras tiene bastante de geometría, que como todos sabemos, es un campo de las matemáticas.
Sin embargo, obras como Abstracción con referencia a un árbol con flores (un título poético, y tan concreto como abstracto) no parecen ser demasiado matemáticas. Debe ser por el efecto emocional que producen. Debe ser por esa perfecta imperfección. Todo parece fluir y es agradable, es hipnótico mirar un cuadro de Klee durante horas. Es como un edredón, lleno de vida y de vivencias.
Movimiento, ondulación, cuadrados que no encajan… Suponemos que este tipo de obras un verdadero infierno para una persona con trastorno obsesivo compulsivo. Pero lo cierto es que a un nivel emocional, estas pinturas encajan. No parecen importar nada las líneas rectas o la regularidad de la composición.
Eso, claro, no sentó bien a todo el mundo en los años 20, pero hoy Klee es una vaca sagrada del arte. Nadie en su sano juicio cuestiona ya sus experimentos con la forma y el color. El fue uno de los responsables de que el arte siguiera avanzando en ese extraordinario siglo XX.