Castillo y sol
Klee llega a tal simplificación que roza la abstracción.
Paul Klee, el tío que dijo eso de «una línea es un punto que se pone a caminar» pintó este maravilloso «Castillo y sol», que resume a la perfección su arte.
Después de Túnez, Klee nunca fue el mismo. Pero también le habían marcado muchísimo los mosaicos de Rávena, que vio en su viaje de 1926.
Con todo ello en mente crea este colorido lienzo que recoge todas las características del artista: simplificación, la geometría como módulo, la investigación del color, la composición caleidoscópica y sobre todo ese tema del «cuadro dentro del cuadro» (el doble borde en tres lados de la composición…).
Se dice que en su mayor parte Klee pintó este «Castillo y sol» con la mano izquierda, pese a ser diestro. Por lo visto este experimento disparó su creatividad. Prueben ustedes un día esta técnica… No hay nada que perder…
«Castillo y Sol» es expresionismo, pero aquí se roza la abstracción, por muy figurativo que sea pintar un paisaje. Y además con colores muy, muy, muy cálidos. El sol parece quemar en ese lugar imaginario.