Adoración de los magos
Otra versión de este motivo iconográfico que se lleva representando desde el siglo V.
Estamos ante uno de los últimos trabajos de Andrea Mantegna.
En él vemos un primer plano de la adoración de los Reyes Magos, y se ha reducido el espacio al mínimo, eliminado cualquier elemento anecdótico (influencia probable de los estudios del artista de los antiguos relieves romanos).
Aquí sólo están la Virgen María, el Niño Jesús, san José y los tres Magos, además de los regalos para el recién nacido, que según parece fueron oro, incienso y mirra.
Los tres reyes rinden homenaje al niño, que hace una señal de bendición. Como vemos, Mantegna trata a las figuras como esculturas: con una gran monumentalidad, y además se pueden percibir las influencias de las pintura veneciana (en el color) y flamenca (composición).
¿Pero quiénes eran los reyes Magos? La primera referencia a estos tres está en la Biblia (San Mateo), aunque el apóstol nunca dice que eran tres, ni que eran reyes. Sólo se dice que vinieron unos «magos» (sabios, brujos, o hechiceros) de oriente y le dieron tres regalos a Jesús, guiados por una estrella del cielo.
Tampoco habla el evangelio de razas. La tres razas representadas tienen quizás como objetivo universalizar el evangelio para así representar a monarcas de Europa, Asia y África.