Los perros del encuentro
Amores Perros.
En un viejo comentario de esta humilde web que hicimos sobre la pared oeste de la Cámara de los Esposos o Camera picta de Mantegna se nos olvidó mirar un poco más a la izquierda, donde aparecen estos simpáticos canes. Es lógico que en una habitación dedicada al matrimonio en su decoración abunden los perros, símbolos de fidelidad.
Ya vimos como Mantegna creaba espacios por arte de magia (sí, eso es más magia que ilusionismo), y construía arquitecturas falsas que parecen reales. Pues dentro, sobre y junto a esos espacios habitan criaturas que hasta parecen más reales que las reales.
Es el caso de estos perros, agazapados tras falsas columnas en falsos ventanales. Tal es la sensación de realidad que Mantegna hasta se permite poner a alguno en escorzo y dándonos el culo. Sólo les falta ladrar.
Imaginad lo que pudieron pensar los que entraban en la habitación: ¡menos mal que los perros están atados, que nos pueden morder!
Volvemos a repetir lo mismo: es increíble que Mantegna pudiera siquiera pensar en pintar esta maravilla en pleno siglo XV, cuando el arte aún estaba en pañales, pero este artista obsesionado con el mundo clásico quiso quería abandonar de una puta vez el oscurantismo medieval y él solito hizo avanzar unos buenos pasos la historia del arte.