Autorretrato de Vsevolod Maksymovych
El joven artista se autorretrata como un dandy.
Un dandy, según Baudelaire, «debe ser sublime sin interrupción. El dandy debe vivir y morir ante el espejo».
Un dandy es un burgués que desprecia a la burguesía, un moderno, un personaje altivo, ocioso, libre en el atuendo y el pensamiento, al que no le importa fracasar en la vida si con ello queda intacta su autenticidad. Un dandy, según el Gran Dandy Oscar Wilde sigue esta máxima «Sé tu mismo, todos los demás puestos están tomados».
Por supuesto el dandismo se extendió por toda Europa llegando a la lejana Ucrania, de donde era el joven artista Vsevolod Maksymovych, que rápidamente adoptó esta corriente estética, aunque en Rusia el arte ya consideraba obsoleto ese virus burgués de la falsa elegancia y la ociosidad y tendía más a las abstracciones más vanguardistas (léase suprematismo, sin duda el arte más moderno de Europa en 1913).
Aquí lo vemos autorretratado al más puro estilo dandy, con «absoluta sencillez en el vestido y orgullo aristocrático de actitud» pero desgraciadamente nadie entendió esa actitud y la primera exposición individual de Maksymovych en Moscú fracasó estrepitosamente.
Tras este palo, el joven se suicidó por sobredosis de drogas un año después de pintar este cuadro, contribuyendo así a la «epidemia de suicidios» que parecía estar de moda en los últimos y decadentes años del imperio ruso. Tenía 20 años.
Hoy su estético arte parece volver a brillar de nuevo.