Babysitting

El «Decano de los Ilustradores» de los Estados Unidos. Así se referían sus compañeros a Dean Cornwell. Y hablamos de gente como Rockwell, Leyendecker o Falter… Palabras mayores.

Y es que, como podemos observar en la imagen, si existió un ilustrador bueno, pero bueno de verdad, ese fue Mr. Cornwell. Un pintor al óleo zurdo cuyas imágenes resultaron ser perfectas para ilustrar libros, anuncios y carteles. Entre eso y que siguió siendo obscenamente figurativo en tiempos abstractos, quizás no es lo suficientemente valorado hoy y su nombre no es tan conocido como el de sus discípulos. Es simplemente «un ilustrador de revistas». Pero si Velázquez hiciera anuncios de Coca-Cola ¿Sería así menos bueno…?

Quizás hoy no suene su nombre, pero en los años 20 Dean Cornwell era una leyenda en los Estados Unidos. Poco después de realizar este cuadro firmaría un contrato a largo plazo con Cosmopolitan por el inédito salario anual de 100.000 dólares, una brutalidad para la época.

Normal que fuera bueno. Desde el inicio de su carrera siempre tuvo una fuerte ética de trabajo: trabajaba diecisiete horas al día, siete días a la semana, por lo que son incontables sus obras de arte.

De esta imagen podemos suponer que es otoño, que por su vestimenta este hombre de clase obrera, y que por el título le ha tocado cuidar del bebé.

Cornwell crea una pintura en blanco y negro, y para resaltar la estación del año, pone un bonito acento de color naranja brillante para contrastar con el gris. Llama la atención lo bien hechas que están esas pinceladas que traducen las formas, los volúmenes, las texturas, los brillos y los pequeños movimientos de la vida.