Bailes en la primavera
Mosaico caleidoscópico.
El franco-cubano Francis Picabia tenía pasta. Gracias a ello pudo pintar lo que le daba la gana y además ayudar a financiar exposiciones de arte moderno como la del Salon de la Section d’Or de 1912, que incluyó trece de sus pinturas, incluidas sus Bailes en la primavera.
Esta serie de obras, entre las que se incluye la que veis en la imagen, habían sido pintadas en la primavera de ese año (de ahí el título). Picabia se inspiró en las danzas campesinas que había observado durante su luna de miel en la campiña napolitana.
Como sabemos, si había un artista ecléctico en las vanguardias del París de principios del siglo XX, ese era Picabia. Artista multidisciplinar, su trabajo abarcó muchísimos movimientos artísticos. Comenzó a pintar fascinado por el impresionismo, pero con la llegada de las vanguardias se introdujo en el cubismo, se obsesionó un poco con el dinamismo futurista y también se interesó por la abstracción. De todas estas corrientes sacó algo, como podemos comprobar en este encantador cuadro.
Colores vivos, movimiento, fragmentación… Este mosaico es casi abstracto, casi cubista. Es una construcción pictórica de planos angulares y formas facetadas que recuerdan a un caleidoscopio. Es casi como ver danzar a los colores.