Adoración del becerro
Una cría de vaca es adorada por las multitudes enfervorizadas.
Robada de una una sórdida fotografía de Erwin Blumenfeld («El dictador/Minotauro»), esta cría de vaca es adorada por las multitudes enfervorizadas.
Picabia pinta esto en 1942, así que podemos hacernos una idea de por dónde iban los tiros, aunque llevada a la actualidad esa vaca puede ser símbolo de toda clase de cosas, desde un equipo de futbol con peinados dadaístas hasta el nuevo iphone8.
Lo onírico del cuadro no llega a plasmar la verdadera pesadilla que estaba viviendo Europa en esos momentos, y las pinceladas vivas y rápidas, magnifican ese sentido de urgencia y desesperación en la obra.
El artista cubano-francés había dejado atrás Dadá (un movimiento que inevitablemente tenía que desaparecer), pero aún tiene cosas que decir mezclando esa corriente fundamental en la historia del arte con el surrealismo, el expresionismo y esta evidente temática político-social.