Ciervo bebiendo / Ciervo abatido
Un ciervo está bebiendo y de repente está muerto. Homer capta la belleza en ambas imágenes.
Desde 1886 los hermanos Winslow y Charles Homer se hicieron socios del North Wood Club, un coto privado de caza y pesca en el estado de Nueva York (sí… no sólo está la Gran Manzana con sus rascacielos… Nueva York es un estado muy rural y en una cuarta parte está cubierto de granjas).
Winslow estaba un poco harto ya de la ciudad y sus chismorreos, además de tener el corazón roto por culpa de alguna dama. Decidió retirarse a una vida más rural (vivió incluso en un faro una temporada) y frecuentaba a menudo este lugar donde podía pintar y pescar un poco.
En este paraje de belleza septentrional, de silenciosa calma, Winslow Homer realizó algunas de sus más hermosas acuarelas donde vemos todo tipo de escenas de la naturaleza, que van de un dulce ciervo bebiendo… ¡al mismo ciervo muerto!
No lo mató el artista. Según Homer pone en la parte posterior de la acuarela: «just shot. A miserable fuck Pot hunter» («Recién disparado. Un miserable ingpalabra ilegible cazador»), lo que parece indicar que aunque cazara de vez en cuando, a Winslow no siempre le gustaba lo que veía en las cacerías. Otras muchas acuarelas de la época denuncian claramente la crueldad de algunas prácticas cinegéticas.
En mi opinión la caza deportiva es una mierda, practicada por gente con algún tipo de tara intelectual y/o espiritual, probablemente también sexual. Los cazadores actuales no son Dersu Uzalas precisamente, son en su mayoría pot hunters, gente irresponsable y ventajista, infames que vandalizan o dañan la naturaleza sin necesidad. Artemisa, diosa de la caza, debería convertir a algunos en jabalís.
Dicho esto, difícilmente se puede encontrar una imagen más perfecta de lo que es la vida y la muerte que comparando estas dos acuarelas de caza. Un ciervo bebiendo apaciblemente. Y de pronto, un ciervo muerto… Así es la vida y así la muerte.
Homer pintaba del natural, y su técnica era prodigiosamente fluida y segura, demostrando un talento innato para una técnica bastante compleja como es la acuarela, aunque por supuesto le llovieron las críticas: «Un niño con una botella de tinta no podría haberlo hecho peor».
Maldita sea… ¿Hay alguien en la historia que se equivoque más que un crítico de arte…?. ¡Hoy Winslow Homer es considerado uno de los mejores acuarelistas de la historia!
Críticos y cazadores… ¡Puaj!