Circe con cerdos
Margaritas a los cerdos.
Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.
George Orwell. «Rebelión en la granja»
Briton Rivière fue un célebre artista británico que destacó sobre todo por una cosa: era pintor de animales. Le encantaban y le encantaba pintarlos. Rara es la obra de Riviére en la que no aparezca un perro, un león, un ave o cualquier otro bicho. Cualquier excusa era buena para introducir a un animal. Aún en pinturas de género, de historia, de mitología (como es este caso)… casi siempre incluía animales. Y a menudo tendía a personificar a sus animales con un carácter parahumano.
Es decir, animales retratados como si fueran personas, como estos simpáticos cerdos. De hecho, estos cerdos eran personas según la mitología griega.
En la Odisea, la bruja Circe convirtió a la tripulación de Ulises en cerdos. Circe invitó a los marineros a un banquete, pero vertió una de sus pociones en la comida y estos se transformaron en unos marranos que vemos aquí retozando, gruñendo y acudiendo a la llamada de esta bruja que sin duda prefería la compañía animal a la humana.
Lo cierto es que está demostrado que cerdos y humanos compartimos sorprendentes similitudes genéticas… Nos parecemos bastante.