Dánae
La lluvia dorada más famosa representada por el pintor del oro.
La historia es la siguiente: Danae es encerrada por su padre en una torre de bronce, ya que el oráculo le dice que su nieto lo va a matar algún día. Pero, Zeus, siempre lujurioso, entra en el recinto en forma de lluvia de oro (!!) y se cuela entre las piernas de la muchacha.
Y eso es más o menos lo que hacía este artista vienés con sus modelos… No sólo las pintaba…
Aquí vemos a la figura femenina típica de Klimt: pelirroja (color de las femmes fatales tan de su gusto simbolista), pálidas con mejillas rosadas, boca entreabierta y pose forzada pero muy expresiva de las manos.
El mito de Dánae ya había sido tratado de forma brillante por autores como Tiziano, Tintoretto o Rembrandt, pero Klimt lo hace a su manera, como siempre hizo todo en su vida.
El oro está muy presente en la obra de Klimt (su padre trabajaba este metal), así como las curvas propias del art noveau y las diferentes texturas (monedas, telas, piel…). Todo esto da al cuadro en conjunto un tono extremadamente sensual y erótico.
Tanto la perspectiva como el encuadre o el punto de vista son absolutamente novedosos. La mujer adopta posición fetal dando al cuadro una composición en espiral, muy dinámica. El encuadre tan cercano multiplica la fuerza a la obra.