Friso Stoclet
Un festival simbolista pensado para medir 14 metros de largo.
Klimt fue contratado para decorar el friso del comedor del Palacio Stoclet en Bruselas, un refinado edificio Art Nouveau que integraba las asombrosas creaciones de arquitectos, artistas y artesanos para crear una obra de arte total (uno de los puntos básicos del modernismo).
El friso de Stoclet es una serie de tres paneles que representan el árbol de la vida, una figura femenina de pie y una pareja abrazándose. El significado de todo esto sería “el árbol dorado de la vida cuyas ramas en forma de espirales orgánicas abrazan las personificaciones de la expectación y la satisfacción”. Cada una de estas alegorías están situadas a cada extremo del conjunto, quedando el árbol en el centro y formando tres obras independientes, pero evidentemente complementarias.
El friso constituye un espléndido festival simbolista, con una variada muestra de imágenes egipcias (halcones, ojos de Isis…), esotéricas y geométricas, diseñadas para cubrirse de materiales de lujo, incluyendo oro (no podía ser de otra forma en Klimt) mármol, cerámica, corales, esmaltes y perlas, además de otras piedras semipreciosas.
Si ampliáis la imagen veréis lo minuciosamente decorativo que es el trabajo de Klimt. Fijaos en las prendas de las figuras, llenas de teselas geométricas multicolores como las que fue adoptando el artista en los últimos años de su carrera.