Desnudo reclinado
Pornografía cubista.
«Cuando tengas ganas de joder, jode».
Pablo Picasso
Picasso se pone un poco cochino con este explícito desnudo de una mujer que nos enseña el sexo sin pudor alguno. Sonriendo, levanta la pierna y apoya su mano en el glúteo para mostrarnos una raja vertical y un circulito a lápiz rodeada de obscenos pelillos púbicos.
Pablito tenía ya 90 años (le quedaban unos meses de vida), pero al parecer tenía la líbido a tope, al menos en lo artístico.
El artista había realizado incontables ejemplos de arte erótico más o menos explícito, pero en sus último dibujos a lápiz parece que se inclina hacia esta especie de pornografía cubista en la que no es difícil ver ecos del Origen del mundo de Courbet, con ese inconfundible estilo picassiano.
Bien conocida —y controvertida— es la prolífica vida sexual de Picasso, casi tan prolífica como su obra. Era casi legendaria. Le gustaba ser como un minotauro, siempre con sus dos pinceles erectos, por lo lo que es muy probable que antes o después del coito pintara a sus amantes, quizás en diez segundos.
Muchos biógrafos acusan al pintor de maltratador ya que varias de sus amantes perdieron la vida (o la salud mental) a causa de su caprichosa y manipuladora personalidad. Sabido es que al final de su vida Picasso, destruyó a todo y a todos los que había a su alrededor, quedando sólo intacta su arte y su leyenda.