Desnudo sentado
Retrato de su esposa.
Jan Sluyters pinta —otra vez— a su esposa Greet Sluijters-van Cooten (1885 – 1967). Su gran amor, su modelo predilecta, su musa.
Se conocieron en 1909 y se casaron cuatro años después. Tuvieron dos hijos y una hija. Sluyters la pintó hasta la náusea, en distintas poses y en variopintos estilos (fauvista, cubista, académico…), pero siempre con su belleza intacta.
Lo cierto es que Greet no fue la primera esposa del artista. En 1904 se había casado con Bertha Langerhorst, con quien tuvo una hija en 1908, pero a principios de 1909 conoció a Greet en una exposición y se enamoró perdidamente. En ese mismo momento dejó a Bertha y se fue a vivir con su nuevo amor.
Aquí Sluyters opta por el género del desnudo (salvo por ese collar) y parece que su estilo vuelve a moderarse un poco. Después de sus años salvajes y experimentales tras infectarse de arte moderno en París, «volvió al orden», consiguiendo un gran éxito en su país natal y convirtiéndose en un retratista muy solicitado por la jet set holandesa.
Greet aparece siempre con sus cabellos rojizos, sus ojos grandes y azules bajos unas cejas prominentes y esa mirada serena y algo ausente.