El diluvio
Catastrofe antediluviana de proporciones bíblicas.
Personas y animales se ahogan en el diluvio universal enviado por Dios para limpiar un poco el planeta. ¿Quién mejor para mostrar esta bíblica catástrofe que el gran Hans Baldung, (apodado Grien a veces)? Las obras de este artista alemán son de una crispada expresividad y abunda la violencia y la bizarra sordidez propia de un libro como el Antiguo Testamento.
Y es que el Dios del Antiguo Testamento no se andaba con bromas, y harto de tanta maldad que había infectado a la raza humana que había creado, decide exterminar a toda forma de vida sobre la faz de la tierra (aunque no sabemos qué culpa tenían los pobres animales como ese burro que vemos al fondo). Eso sí, avisó unos meses antes a Noé (al parecer el único buen tipo que había en la época) para que construyera un barco y juntara en ella a su familia y una pareja de cada especie animal para reconstruir el planeta pasadas las lluvias tras cuarenta días y cuarenta noches.
La inundación que asoló la tierra, según el Génesis, acabó con toda la vida, salvo la que se refugió en la famosa Arca de Noé. Los demás, como vemos, luchan infructuosamente por sobrevivir, pero lo tienen crudo. Bestias y personas, la mayoría desnudos, todos con caras de horror, se intentan sujetar a lo que pueden. Alguno prueba a aferrase incluso a ese extraño barco, representado casi como el cofre de un tesoro.
Una excelente y muy emocionante representación de la mayor catástrofe sufrida por la humanidad en esas épocas antediluvianas.