Dios
Si no hubiera Dios no habría ateos.
God es considerada la primera obra del Dadá americano y consiste en una hermosa tubería de plomo de urinario retorcida y levantada hacia el cielo como un metálico pene sagrado. Sagrado porque se dirige al cielo y también porque la pieza está sobre un pedestal.
Elsa fue la escultora que creó la celebérrima Fuente atribuida a Duchamp, la verdadera persona detrás del seudónimo R. Mutt. Y también es la autora de esta escultura, por mucho que se le dé crédito (que también lo tiene) a Morton Schamberg, el fotógrafo que hizo la foto de la escultura.
Ahí entramos en los peliagudos terrenos de la autoría. ¿Quién es el autor de esta imagen: el fotógrafo o la escultora? ¿Acaso esculpió algo la escultora o simplemente colocó un objeto en un pedestal? ¿Acaso el fotógrafo hizo algo más que darle a un botón que hace clic? Cierto es que la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven estaba obsesionada con la fontanería y cierto es que algunas pinturas de Schamberg recuerdan bastante a esta obra.
Este sifón de plomo (al revés… recordad: poner al revés las cosas a veces las convierten en arte) montado sobre una caja de madera parece que da lugar a polémica y a controversia más de cien años después, y además de tener valor histórico y —como ya hemos visto— artístico, también resulta que es bonito. Un elogio irónico a la máquina
como dicen en la web del museo donde está expuesto. Me parece una escultura preciosa. Y la foto también es cojonuda.
¿Quién sabe? A lo mejor los caóticos dadaístas de Nueva York, Morton L. Schamberg y Elsa von Freytag-Loringhoven quizás propiciaron la confusión de autorías. Y quizás Duchamp se llevó la mejor parte.