Droodles
Pequeñas obras maestras del humor.
Los Droodles fueron pequeñas ilustraciones creadas en los años 50. Dibujos básicos de diseños minimalistas que a pesar de su sencillez resultaron ser pequeñas obras maestras del humor. A veces un humor absurdo, otras humor negro, mucha sátira, ironía y sobre todo un gran ingenio… Cada pequeña pieza era explicada con una frase que le daba sentido.
El artífice de una cosa tan sencilla que resultó ser genial fue el gran Roger Price, un humorista que tuvo la brillante idea de unir un arte simple, casi punk, con humor inteligente. Pero el verdadero acierto fue el hecho de que estos dibujos eran tan sencillos que —en teoría— cualquiera podía hacer uno. Aunque claro, hay que tener gracia e ingenio.
Hasta se podía reescribir el subtítulo de alguno de los originales.
La genialidad de los Droodles radica en que se puedan reinterpretar hasta el infinito y que —en teoría— sea tan fácil crear uno.
La editorial Simon & Schuster publicó Droodles en 1953 y la fiebre estalló en todo el país. En esa fascinante década de ultra-consumismo y mega-experimentación en tecnología, ciencia y artes— donde nos quedaron millones de artefactos de cultura popular— los Droodles vivieron su edad de oro junto al rock and roll y el hula-hoop.
Roger Price se hizo de oro con su arte absurdo, un arte tan asombrosamente sencillo y a la vez brillante que sólo un idiota o un genio podría crearlo.