El Cid
Un retrato casi humano.
A Rosa Bonehur le gustaba pintar, le apasionaba representar animales y además tenía talento para ello.
Pero nació en un siglo en el que hacer lo que le apasionaba no era para mujeres, así que para realizar los estudios preliminares de sus obras se disfrazaba de hombre para así poder tener acceso a ferias de ganado, mataderos o mercados de caballos, espacios exclusivamente masculinos que las normas del decoro de su tiempo no consideraban como espacios adecuados para las mujeres.
A partir de ese momento, Rosa Bonheur obtuvo un permiso oficial para llevar pantalones y decidió vestirse como hombre, fue la manera que encontró para reivindicar ante el mundo y su tiempo, su talante intelectual y su potencial creativo. De ahí que, poco a poco, se haya venido consolidando como referente de mujer valiente y rupturista.
Así, llegó a ser una de las artistas más codiciadas de la época y gozó de reconocimiento y estatus. En 1879 Ernest Gambart, amigo de la artista y marchante, donó El Cid al Museo del Prado consagrando la fama internacional de Bonheur y haciéndola, además, merecedora de la Gran Cruz de Isabel la Católica, condecoración que había sido otorgada sólo a grandes maestros.
La obra, el hermoso rostro de un León, causó un enorme impacto no sólo por su belleza y realismo, sino por la capacidad expresiva del rostro del animal que con una mirada imponente consigue un nivel de expresividad que dota de carácter y hasta de personalidad al personaje, dando la sensación de estar más bien frente a un retrato que a la estampa de un animal.
Alguien decidió que el cuadro se quedara en los almacenes del museo y allí permaneció olvidado hasta que, en el año 2017 motivado por la falta de diversidad de género en las colecciones del museo, nace una iniciativa espontánea del ilustrador Luis Pastor llamada «Una Rosa para el Prado» que consiguió generar la suficiente presión mediática para que el Cid de Rosa Bonehur nos vuelva a confrontar con su mirada desafiante en un espacio que le fue negado por tanto tiempo.