Bodegón con tres cachorros
Gauguin en una perspectiva imposible.
¿No es adorable…? Tres preciosos cachorritos bebiendo de una cazuela…
Pero qué extraño bodegón…! Sobre una mesa con un mantel blanco de difusos motivos vegetales, vemos a los tres perritos, tres copas azules con tres manzanas y varias frutas.
Es evidente que conociendo al simbolista Gauguin, el número tres debe tener algún significado importante.
También es muy rara la perspectiva que utiliza. Los objetos se ven casi en vertical, apiñados unos sobre otros, sin profundidad. ¿Estamos viendo la mesa desde arriba? No: las copas están representadas frontalmente. Es una perspectiva imposible, casi parece tambalearse todo hasta el punto de derrumbarse.
Además las proporciones son muy raras. Gauguin evita los efectos ilusorios. Lo que quiere es que todo en conjunto sea un ornamento, un pintura, como sus adorados grabados japoneses. No quiere pintar la realidad. Quiere pintar la pintura, de ahí esa extraña firmeza y monumentalidad y la insólita composición. La realidad no tiene esos colores ni esas siluetas negras alrededor de los objetos (cloisonismo).
También es posible que el pintor, que le pegaba al láudano y la morfina, viera así las cosas.
Sea como sea, Paul Gauguin es a día de hoy el pintor más caro de la historia, junto a sus colegas post impresionistas.