Café nocturno, Arles
El tugurio que frecuentaban Gauguin y Van Gogh en Arles.
En 1888 Gauguin se instala en casa de su amigo Van Gogh en la Provenza. No hay ni que decir que además de pintar compulsivamente, se pasaban la noche en el bar de Arles, un tugurio frecuentado por vagabundos, borrachos y prostitutas de la calle.
Van Gogh ya lo había pintado a su manera pero aquí Gauguin prefiere retratar en primer plano a la arlesiana Madame Ginoux (con traje tradicional de Arles) y tras ella, entre el humo del tabaco, pintar la mesa de billar (con gato abajo) y algunos personajes que nos suenan de las pinturas de Van Gogh (el soldado Milliet, el cartero Roulin, las putas…).
Delante de la Ginoux, el artista pinta un sencillo bodegón sobre una mesa de mármol, con un sifón, una copa y un platito con dos terrones de azúcar (es decir, que probablemente estaba tomando absenta).
Como sabemos, la convivencia entre los dos postimpresionistas terminó con Van Gogh sin oreja y obsesionado con la pose de esta mujer en el cuadro de Gauguin, hasta el punto de pintarla varias veces con la mano en la mejilla y esa enigmática sonrisa.