Riña de gatos
Goya presagia el romanticismo
Durante su estancia en la Real Fábrica de Tapices (este cuadro serviría para un tapiz), Goya contrajo saturnismo (una intoxicación por plomo debido a la pintura blanca, que contenía este metal). Esta enfermedad sería la que, a la larga, le provocaría su sordera.
Quizás por ello, en estos últimos años en la fábrica su pintura tendió a ser más violenta, mucho más “oscura”, algo que con el tiempo iría intensificándose hasta límites insospechados.
Aquí muestra a dos gatos con el pelo erizado y el lomo arqueado, que se bufan el uno al otro con los ojos desorbitados por el miedo y el odio. La violencia de los felinos por conquistar ese ruinoso muro de ladrillos puede ser fácilmente identificable con una actitud humana.
Sea como sea, parece que el pintor estudió a los gatos, pues las siluetas de los animales, que destacan contra la claridad de las nubes, captan de modo muy naturalista las poses de los felinos cuando se enfadan.
Mostrar este tema en 1786, aunque fuese para un simple tapiz decorativo, era todavía inusual en el arte. Unas décadas después, la Europa del romanticismo tomaría de Goya estas temáticas y mucho más.