Perro semi-enterrado
Goya se adelanta siglos al arte moderno.
Las Pinturas Negras de Goya. Ideales para recordarlo en el aniversario de su muerte.
No eran negras sólo por el uso de pigmentos oscuros. Sus temáticas eran sombrías y sórdidas, aunque decoraban la casa del pintor sordo.
Evidentemente, en un país como España, no podíamos esperar que el lugar durase mucho. La casa fue derribada en 1909 y hoy en día hay un cochambroso edificio con una minúscula placa, más pequeña que el letrero de «Cruzcampo» del bar de al lado.
Si queréis deprimiros, podeis ver la actualidad aquí.
Ni en sus sueños más cenizos llegaría Goya a imaginarse el futuro de la Quinta del Sordo. Donde antes había obras como «Saturno devorando a su hijo», «Duelo a garrotazos» o la obra de arriba, hoy están las firmas de «Shi» y «Ogito», o lo que sea que escribieron en esos elegantes portales de aluminio.
Por suerte, el mural se llevó al lienzo y hoy podemos disfrutar de este «Perro semihundido», un cuadro que parece salido de una máquina del tiempo.
En él sólo vemos la cabeza de un perro en la parte inferior. El resto es puro informalismo.
¿Obra inacabada…? ¿Denuncia del maltrato animal…? ¿La insignificancia del individuo ante el espacio que le rodea…? ¿Tenía Goya un DeLorean…?