El puente de Charing Cross
¡Soy daltónico, no veo nada!
¡Soy daltónico, yo aquí no veo nada…!
decía uno de los visitantes del Thyssen al ver este cuadro de Claude Monet. Y es que estas barcazas que surcan el río bajo el puente de Charing Cross, o esas siluetas de las Casas del Parlamento son construidas pincelada a pincelada con varias gamas de azul.
El lienzo pertenece a una serie de estudios de vistas del Támesis que hizo el pintor impresionista en sus viajes a Londres entre los años 1899 y 1904. Al parecer Monet prefería ir a Londres en invierno: De Londres, lo que más amo es sin duda la bruma.
Pues se nota.
Si no puedes ver el color azul, como le pasaba a este pobre hombre, te pierdes lo que quería transmitir Monet: la luz filtrada a través de la bruma invernal y las condiciones atmosféricas de la ciudad trasladadas lo más fielmente posible a un lienzo.
Ya para una persona con vista normal es difícil ver los motivos que casi se desvanecen en el espacio, pero lo cierto es que queda intacta esa atmósfera invernal construida con colores fríos que si no fueran tan azules podríamos confundir con la oscuridad del crepúsculo en esa tarde de espesa niebla londinense.
Una maravilla que desgraciadamente algunos daltónicos no pueden disfrutar.