El sueño
Sueños de amor, gloria y fortuna.
Más simbolista no se puede ser:
Bajo la luz de la luna, se queda dormido al pie de un árbol un hombre joven (a juzgar por su petate debe tratarse de un viajante). Y se pone a soñar con tres mujeres jóvenes volando en el cielo estrellado.
En el sueño, la primera de ellas porta en su mano unas rosas evocando el Amor; la segunda levanta una corona de laurel simbolizando la Gloria, y la última parece que esparce las piezas de la Fortuna. No sabemos si el viajero va a tener suerte en su viaje, pero todo indica que sí.
Como es habitual en Puvis de Chavannes, el paisaje se crea con una gran economía de recursos. Todo está extremadamente simplificado con un árbol y algunos arbustos para darnos alguna referencia, y esa luna menguante que es la encargada de iluminarlo todo con esa luz mágica.
Otra cosa de Puvis de Chavannes: esa paleta reducida, esas tonalidades mates, esa palidez… El simbolista quiere trasmitir esa quietud, esa tranquilidad, ese silencio que tanto inspiraría a posteriores artistas.
El artista sería admirado por los jóvenes generaciones como Gauguin y el grupo de los Nabis pues además de su absoluta libertad en cuanto a color, formas, profundidad y temática, hace también algo bastante moderno: deja algunos espacios como grandes zonas coloreadas con emplastes.