La danza
Regreso a la época mítica donde los humanos bailábamos sin preocupaciones.
Francia, 1910
Lienzo enorme encargado a Matisse por un millonario ruso.
El artista simplifica las formas y satura los colores, que son tan intensos que llaman la atención. Es uno de los rasgos característicos del pintor: el uso libre del color, además de ese vigor expresivo. No olvidemos que Matisse fue una de las cabezas visibles del Fauvismo.
Matisse pinta uno de sus temas fetiche: el regreso a la mítica Edad de Oro, donde los seres humanos éramos felices bailando y cantando sin preocupaciones.
Se puede ver su fascinación de por el arte primitivo, y consigue a la perfección su objetivo de transmitir el dinamismo de la danza.