Epifanía
Noche de reyes.
A finales del siglo XIX le encargan a William Morris (gurú del movimiento Arts & Crafts) unos tapices para una capilla en Oxford. El tema propuesto (una adoración de los Magos) le encantó al señor Morris e inmediatamente se puso a trabajar con su artista de confianza, Edward Burne-Jones, que raelizó el cartón para ser llevado a la tela que vemos en la imagen.
Burne-Jones que controlaba como nadie la técnica de la tapicería se entusiasmó por este trabajo, y el entusiasmo se contagiaría a los críticos y a los aficionados al arte que vieron la obra final (o las obras finales, ya que se realizaron varios tapices).
Y es que eso del Arts & Crafts («Artes y Oficios») fue una corriente revolucionaria iniciada por el polifacético Morris —arquitecto, artesano, impresor, diseñador, escritor, poeta, activista, doctor, político… en definitiva, un millonario— que quiso volver a una Edad Media idealizada, renegando del cáncer de la industrialización. Buscaba que el ser humano moderno viviera en un entorno feliz, sano y estéticamente bonito. Esto revolucionó el mundo del diseño: Arts & Crafts, sería también de masas (producción en serie), pero volviendo al trabajo manual frente al mecanizado. Eso quiere decir, respetar y cuidar los materiales, y el proceso de creación. Y sobre todo al creador.
Se crearon así prácticos y estéticos muebles, artículos de hogar, alfombras, vidrieras, libros… y también tapices.
Como podréis imaginar, de esta corriente saldría el posterior Art-Noveau.
Los Prerrafaelitas, muy cercanos a Morris, adoptaron este amor por lo medieval, y volviendo al tapiz de la adoración de los Reyes, Burne-Jones estaba encantado con este trabajo. Se pasó años pensando, copiando de la naturaleza (¿cuántas flores distintas hay ahí?), abocetando (nada menos que la acuarela más grande de todo el siglo XIX), fabricando el cartón, después el tapiz, y volviendo atrás y adelante en el proceso para que todo fuera perfecto. Vamos, lo que es un artista artesano.
Los empleados de Morris tardaron aproximadamente de dos años en tejerlo, y cuando al fin fue acabado, dejó a todo el mundo con la boca abierta. Los tres Reyes Magos son hipnóticos, y si nos fijamos en Gaspar, vemos que Burne-Jones lo convierte en un caballero medieval. Se nota que le iba el tema.