Estudio de tela para "El diluvio"
Ya no se puede llamar neoclasicismo a esto... es otra cosa.
Romanticismo. Eso se respira en los cuadros del neoclásico Anne-Louis Girodet de Roussy Trioson. En sus obras se respira un estilo cada vez más turbulento, aunque siempre conservando un toque de apropiada serenidad neoclásica.
Lo que vemos aquí es un estudio para un cuadro posterior (“El diluvio”), y es un ejercicio académico de telas y claroscuro, para ver si podría funcionar la cosa. En el propio dibujo a tiza un lumbreras escribió: “Este estudio proviene directamente de Girodet y sirvió en el cuadro de El diluvio, Museo del Louvre. Ate Galimard”.
En mi humilde opinión es mucho mejor el estudio que el cuadro final, mucho más poético y sugerente. Esas telas flotando al viento perfectamente estudiadas, esa figura humana del viejo apenas esbozado, esos tonos tan sencillos y complejos a la vez, dan como resultado el dibujo de un objeto con vida propia, casi como si fuera un fantasma. Un cacho de tela parece tener emociones y sentimientos.
Pese a que en esos años aún no existía el movimiento romántico y este dibujo sea sólo el estudio académico de una simple tela, no puedo evitar pensar que estamos ante una obra de lo más romántica. Si sabemos que el inminente movimiento está a la vuelta de la esquina, si nos fijamos en esas luces intensas, y sobre todo en el tema del que iba a ser su siguiente cuadro: un diluvio, ¡puro cine de catástrofes!, hay que concluir que estamos con este estudio de una tela para “El diluvio” ante los albores del romanticismo.