Estudio del cielo
Un estudio del cielo del artista que odiaba pintar al aire libre.
El amigo Degas se burlaba constantemente de los pintores en plein air (al aire libre), que en realidad eran casi todos los impresionistas. Creía que pintar paisajes era una perdida de tiempo.
El artista era más bien un pintor de estudio, un tipo de interiores (en especial si había bailarinas), un agorafóbico en cuanto a su pintura (a no ser por su pasión por las representaciones de caballos y escenas de carreras).
Pero como vemos en esta y otras obras de la época en torno a 1869, Degas (que tenía alrededor de 35 años) también cultivó el plein aire. Son paisajes de Saint-Valery-sur-Somme, pasteles muy luminosos de playas y del pueblo, con sus tejados y callejuelas.
Pero el que más sorprende de esta serie es este pastel de un estudio del cielo, que no sólo es al aire libre, sino que directamente representa única y exclusivamente un cielo, con sus nubes esponjosas.
La simplicidad de este estudio de un cielo tranquilo es casi hipnótica. Unas nubes blancas que recorren pausadamente el cielo azul y ocre (nada que ver con los tormentosos cielos de Turner o Constable) se traducen en serenidad y calma en el espectador.