Anne-Louise Girodet de Roussy-Trioson
Francia, 1767–1824
Anne-Louis Girodet de Roussy (o directamente Louis Girodet) fue discípulo de Jacques-Louis David y uno de los ejemplos paradigmáticos del neoclasicismo francés post-revolucionario.
El total clasicismo propio de su maestro es visible en su obra, pero también se percibe el inminente romanticismo en su pintura, tanto en temática (sobre todo en su erotismo) como en estilo (cada vez más turbulento, aunque siempre con la apropiada serenidad neoclásica).
Alabado por la academia desde muy joven, fue condecorado numerosas veces y acabaría por viajar a su adorada Roma, cuna del arte clásico.
De vuelta en Francia, se topó con el ascenso de Napoleón, y como su maestro, lo apoyaría practicando un arte nepoleónico, que trascendía de la simple propaganda. Pinto a varios de sus familiares.
A Girodet le gustaba trabajar de noche. De hecho, prácticamente vivía de noche y eso incluía fiestas, juergas y visitas a diversos establecimientos parisinos de dudosa reputación. Quizás por ello empezaría a pintar mucho menos (cierto es que heredó una fortuna que le permitió vivir del aire) y acabaría muriendo, sin abandonar su estilo consagrado a la armonía y la serenidad.
Pero como se dice más arriba, hay ecos de un pre-romanticismo en sus pinturas. Esto se ve en sus luces intensas (aunque nada arbitrarias), en su fuerte erotismo (algo poco neoclásico por lo que tiene de pasión en vez de razón), en retratar a menudo fuertes emociones (entierros, batallas…) y en sus temáticas, que siempre se jactó de que eran elegidas con total y absoluta libertad, un signo claramente romántico.