Gala Éluard
Retrato de la musa del surrealismo.
Esos ojos… Gala fue la musa de los surrealistas y el pintor Max Ernst la retrató a la perfección sólo mostrando sus ojos.
Elena Ivanovna Diakonova estuvo casada con el poeta surrealista Paul Éluard y junto a Ernst crearon un extraño triángulo de amor, viviendo los tres durante un par de años en un ménage a trois formado por la musa, el poeta y el pintor.
Este retrato pertenece a esa época, los felices años 20, cuando las guerras Mundiales eran cosa del pasado (y del futuro) y el presente era poéticamente surrealista.
Los ojos, como sabemos por muchas otras obras, son casi un fetiche para los surrealistas, un reflejo del interior, y los intensos ojos de Gala son un magnífico reflejo de su intensa personalidad.
En la obra (tomada de una fotografía) la frente de Gala se enrolla como un pergamino y nos deja ver sus pensamientos, o quizás sus sueños, en lo que parece un paisaje de nubes con tres objetos redondos (monedas, planetas…?).
En 1932, Gala conocería al que sería su siguiente marido, Salvador Dalí, y ahí trascendió la categoría de musa para pasar a ser algo casi divino. Dalí retrataría esos ojos en infinidad de ocasiones más.
Unos ojos que parecen ocultar todos los secretos del universo.