4 retratos de Botticelli
"Si Botticelli viviera hoy, trabajaría para Vogue"
Botticelli elimina en sus últimos años los paisajes e incluso todo tipo de fondos en sus retratos. La decoración exuberante de su juventud se va perdiendo y el fondo es ahora una superficie monocroma para no distraer a observador.
Suponemos que el artista quería que toda la atención se dirigiese al retratado, pero no sólo mostrando un parecido físico, cosa que no dudamos, sino demostrando su buen oficio adquirido a través de los años.
Se aprecian el los cuatro retratos de Botticelli esa seguridad de la línea y la sensación escultórica típica del genio de quattrocento que realizó tantas obras maestras indiscutibles en la historia del arte.
Además de la característica «gracia» del artista, los retratos son muy innovadores para la época por representarse no de perfil, como era costumbre, sino en tres cuartos, o incluso frontalmente (algo muy flamenco) y que serviría de excelente fotografía para cualquier tarjeta de identificación actual.
Al artista le apasionaba trabajar con modelos (recordemos a Simonetta Vespucci, «la mujer más bella del renacimiento», a la que representó infinidad de veces, desde Venus o Atenea, a la Primavera).
Como dijo Peter Ustinov: «Si Botticelli viviera hoy, trabajaría para Vogue».