Adoración de los Magos
Los tres Médici Magos.
Esta pintura fue uno de los encargos que recibió Botticelli antes de trabajar de manera prácticamente fija para los Médici, esa familia que manejaba el cotarro en la Florencia renacentista.
La Epifanía era un tema muy de moda en La Toscana y Botticelli lo trató en diversas ocasiones. En este caso, el encargo lo hizo un tal Gasparre de Lama. A este hombre, le pareció una brillante idea encargar una Epifanía en honor a su nombre por el rey Gaspar, una especie de auto-homenaje.
Sin embargo, Gasparre de Lama era un hombre muy listo (o muy pelota), y por eso pidió a Botticelli que no lo representara como Gaspar ni ningún otro de los reyes en la pintura, simplemente como un espectador más.
¿A qué se debía esa condición? Muy sencillo, Gasparre de Lama quería estar a buenas con los Médici, hacerle la pelota (quién sabía si en un futuro necesitaría cobrarse algún favor…) y por ello los tres Reyes Magos son tres Médici, y también las 3 generaciones.
El rey más mayor es Cosimo, el abuelo. Le sigue su hijo Piero, y por último, el nieto: Lorenzo.
Posiblemente haya más retratos de la popular familia, pero son ellos a los que reconocemos.
Las ruinas del propio Belén (a espaldas de San José, la Virgen y el niño) están cargadas de significado: todo aquello anterior a Jesús (la religión pagana) queda atrás. El cristianismo es el futuro, el nacimiento del hijo de Dios en la tierra renueva la religión.
Es una pintura especial en un período aún temprano del reconocido artista, Botticelli se retrató en ella. Él y Gasparre de Lama miran atentamente hacia el espectador.