Venus y Marte
Una alegoría del matrimonio hecha por un soltero empedernido.
Una escena de amor (de adulterio en realidad) en un inusual formato apaisado. Se cree que la tabla fue encargada para una boda de la familia Vespucci, probablemente un cassoni (pintura en un arca de boda) que serviría de “espaldar” para adornar el dormitorio de los novios.
En la obra vemos a Venus, diosa del amor, vestida, y a Marte, dios de la guerra, desnudo. Los rodean pequeños sátiros que ríen y juegan traviesamente con las armas del dios. Sabemos que Venus y Marte se liaban habitualmente, pero lo hacían escondiéndose de Vulcano, que aunque era muy feo y cojo, era el legítimo esposo de la diosa.
Suponemos que la escena representa el momento posterior al acto del amor, pues Marte está durmiendo plácidamente y no se despierta ni con el cuerno que sopla un sátiro en su oreja nin con las avispas revoloteando a su alrededor. Las avispas, por cierto, son una referencia a los clientes que encargaron la pintura (Vespucci> vespa > avispa).
Se le han dado muchos significados a este exquisito cuadro, pero quizás el más acertado sea que habla del poder del amor derrotando al odio, un mensaje neoplatónico tan de moda en la época. Y es también por extensión, una alegoría del matrimonio, algo curioso sabiendo que en realidad representa al adulterio y conociendo la aversión que sentía el pintor por el matrimonio.