
Histeria
El padre de la performance al principio pintaba.
Allan Kaprow fue, por así decirlo, el padre de las performance, ya que a finales de los años 50 fue de los primeros en desarrollar las revolucionarias ideas de instalación y de happening, estas últimas, pequeñas «representaciones» escénicas que empezaron siendo planeadas, pero que rápidamente derivaron en algo aleatorio, caótico y azaroso, donde incluso participaba el público activamente en la obra, volviéndose el espectador no sólo artista, sino parte del arte. Cierto es que algo así ya lo hacían los dadaístas y futuristas a principios del siglo XX, pero es a Kaprow a quien hay que agradecerle tal honor (o echarle las culpas).
Pero antes de todo esto, Kaprow era un artista normal y corriente (y con formación: estudió composición con John Cage, pintura con Hans Hofmann e historia del arte con Meyer Schapiro, así que base teórica tenía). Un tío que pintaba y que admiraba a Pollock (hasta escribió un sesudo ensayo sobre él).
Kaprow veía en Pollock a un proto-performer que dejaba fluir manos y cuerpo para crear sus pinturas como bailando en trance alrededor de ellas.
Y tomando algo de Pollock, algo de Hofmann y mucho de Mimmo Rotella, Kaprow pintó obras como esta, una pieza que mezcla expresionismo abstracto y collage loco (o mejor llamarlo décollage).
Uniendo frenéticamente la pintura con cartón, papel de plata, periódicos y telas, Kaprow compuso esta pintura en la que casi podemos ver como quiere salirse del lienzo (algo que al final conseguiría) y también podemos ver, repetidamente a modo de mantra, el nombre de nuestra amada web.