Invierno I
Colores caprichosos y pintura más fragmentada.
A partir de 1869, Múnich comenzó a experimentar diversos cambios y gracias a las numerosas exposiciones que se fueron realizando se convirtió en un lugar de vanguardia. Un par de años más tarde, en 1892, se fundó la Secesión de Múnich como respuesta a la censura que estaba recayendo sobre los artistas más modernos.
Casi llegados a la década de 1910, las exposiciones estaban cada vez más caracterizadas por políticas más duras y eso llevó a que artistas como Kandinsky, Münter, Werefkin o Jawlensky se marcharan y formaran la Nueva Asociación de Múnich. De este grupo, Vasili Kandinsky va a ser quien desarrolle un gusto por cómo el color y la forma se transmiten, convirtiéndose en los pilares fundamentales de su obra. De esta manera, este año sería crucial en la trayectoria pictórica del artista porque el color, el sonido o la profundidad fueron aspectos que comenzó a explorar con mayor detenimiento.
Tras diversos viajes alrededor del globo, se instaló permanentemente en Murnau con Gabrielle y allí concibió una de las obras que pondría en marcha su estudio de color y forma: Invierno I. Esta obra se caracteriza por manchas de color de diferentes tamaños, pinceladas muy cortas en la que la obra de pintores fauvistas como Matisse y Vlaminck son un referente clave. También, sin ninguna duda, destaca el uso caprichoso del color; el violeta, el azul oscuro y el verde proporcionan una imagen fingida del paisaje, confiriéndole una atmósfera enigmática que recuerda incluso a Gauguin.
Sin ninguna duda, lo más importante de esta obra no es el uso caprichoso del color o la pintura fragmentada sino que Kandinsky nos viene anunciando cuáles son sus objetivos, deja a un lado la línea y el dibujo definido —como se ve en obras como Murnau paisaje con torre o Riegsee-Iglesia de pueblo— para otorgar máxima prioridad al color. Kandinsky a través de este quiere ir poco a poco desprendiéndose de los objetos para solo trabajar con el color. En Invierno I se reúnen una amalgama de colores a gusto del pintor, elemento que va a desarrollar con mayor profundidad en Paisaje estival (Casas en Murnau).