Casas de Munich
Dos años después Kandinsky llegaría a la abstracción.
Colores brillantes e intensos típicos del fauvismo y el expresionismo son característicos de esta etapa de Vasily Kandinsky, cuando el artista vivió en Munich y entró en contacto con las vanguardias, montando con otros colegas alemanes el grupo expresionista Der Blaue Reiter (el jinete azul).
Se ve que el artista está a medio camino entre lo figurativo y el arte abstracto, movimiento que “descubriría” dos años después.
Las referencias a la realidad empiezan a preocupar cada vez menos al artista, enfatizando en cambio el valor de las sensaciones y la fuerza emocional del arte.
Las figuras están reducidas a manchas. La arquitectura de los edificios son también borrones de color. La perspectiva se la pasa por el forro…
Sin embargo, el conjunto es sorprendentemente armonioso: los colores se complementan adecuadamente.
A ver sí va a ser- empezaría a pensar Kandinsky– que lo importante en arte reside en lo que transmite, no en lo que representa…
¿Para que hacer una burda imitación de la naturaleza, que es de por si insuperable…? ¡¡Retratemos lo esencial, lo espiritual, lo emocional…!!
Y así lo empezaría a hacer poco después: puras y simples abstracciones.