La danza
El baile de la vida
Nos situamos en pleno Fauvismo, uno de los movimientos que formará parte de las Vanguardias y que sólo durará cuatro años. El Fauvismo fue un movimiento salvaje, caracterizado por la expresividad del color y ciertos temas recurrentes: paisajes, naturaleza… y la danza.
No se trata de una danza planeada con una estricta coreografía, ensayada hasta la saciedad ni en un espacio interior como puede ser un teatro. Se trata en realidad de la danza ritual, en contacto con la naturaleza.
Esa es la esencia del ser humano, ese ritual salvaje es lo que nos hace ser libres, y lo que pretenden mostrar los fauvistas: cuando en la Antigüedad (y aún en algunas tribus) los humanos están entre la naturaleza son más felices, se vive mejor.
Es uno de los cuadros más radicales de Derain respecto a las tonalidades que utiliza, colores brillantes, intensos y vibrantes.
Tres personas bailan, dejándose llevar por sus instintos. También vemos animales exóticos: una serpiente, un loro de colores…
Derain refleja a la perfección esa idea de felicidad alejada del mundo material e industrial. A su lado nos adentramos en ese baile de la vida, en esa alegría y armonía primitiva y natural ya perdida.