
La fuente de la juventud
Es el poder del amor.
No, no es una de esas masificadas piscinas veraniegas. En todo caso es la piscina de Cocoon (1986), donde unos viejos se bañaban en aguas mágicas que les hacían bailar breakdance ochentero.
Es la representación del mito de la fuente de la eterna juventud, lugar donde el agua contiene el poder de borrar todo lo negativo del paso del tiempo, un tema bastante popular en la época de Cranach.
Como vemos, este lugar se encuentra alejado de las ciudades (vemos las torres al fondo) y a él acuden multitud de ancianas ancianas para darse un chapuzón. Porque llama la atención que esta piscina es sólo para mujeres.
A la izquierda, unas chicas jóvenes las ayudan a ponerse el traje de baño, que no existe: todas se bañan desnudas. El efecto mágico del agua hace que desaparezcan arrugas, la piel se vuelva rosada y salgan por la derecha mujeres atractivas y jóvenes, que son recibidas por un caballero que las invita a su tienda de campaña roja.
Ya vestidas, las jovencitas van a comer a la mesa donde se dan un festín y bailan y ligan y son felices y despreocupados como sólo los jóvenes lo pueden ser.
Un cuadro que tiene dos sectores claramente diferenciados: el izquierdo, el de la edad, con montañas escarpadas, y el derecho, el de la juventud, con verdes praderas y jardines del amor. En el centro vemos quién da el poder mágico al agua: en la columna están Cupido y Venus, lo que nos hace pensar que es el amor el que tiene el poder de rejuvenecer al más carcamal. Citando otro clásico ochentero: es el poder del amor.