Las malas parejas, de Cranach

Lucas Cranach el Viejo vivió tiempos de cambio, a caballo entre una Edad Media en declive y el emergente Renacimiento.

Lo que hace el pintor en esta serie de pequeñas pinturas (que son unas cuantas más de las mostradas aquí, le debía interesar mucho el tema…) es mostrar dos de los siete pecados capitales: lujuria y codicia, representados en forma de viejos para la lujuria y jóvenes para la codicia.

Mientras los viejos meten mano, los jóvenes meten mano a las carteras y joyas. El amor está siendo comprado con dinero: no es nada nuevo bajo el sol.

Abundan los símbolos en esta serie de cuadros: uvas y granadas (deseo y fertilidad), moscas revoloteando a sus anchas, pañuelos blancos, quesos, vidrios… Todo para mostrarnos la ambigüedad de una situación que está unida al ser humano desde los primeros tiempos con una especie de entendimiento entre las dos partes que saben perfectamente lo que quiere una de la otra.

En alguna pintura sale hasta una tercera figura, una joven (suponemos que la amante del chico) que parece estar de acuerdo con los trapicheos.

Cranach, excelente retratista, se interesó por la belleza (por lo tanto, debemos entender que también por la fealdad). Fue él quien instauró un canon de desnudo femenina que triunfó bastante en Alemania: mujeres estilizadas, ojos almendrados, piernas largas, tetas pequeñas…