Nacimiento de la Virgen
Con esa teatralidad que roza lo lisérgico, Altdorfer se adelanta al barroco.
Altdorfer fue uno de los artistas más brillantes del Renacimiento del Norte de Europa, para ser exactos de Alemania.
Miembro de la Escuela del Danubio, Altdorfer representa ese otro renacimiento que nada tiene que ver con el practicado en Italia. Los germanos no pretendían resucitar el mundo greco-romano, sino que el arte tenía sus propias características.
Aldorfer en concreto fue pionero con sus paisajes adelantados a su tiempo y sus minuciosas arquitecturas.
Aquí, hasta parece que se adelanta al barroco, con toda esa teatralidad que roza lo lisérgico. Ese círculo de ángeles celebrando el nacimiento de María (por cierto, dentro de una iglesia gótico-románico-renacentista) rodea a un ángel que esparce incienso (o vaya usted a saber que es ese humo).
Abajo está lleno de santos: Santa Ana y San Joaquín, que lleva algo en sus manos.
María fue en Alemania símbolo del catolicismo, amenazado por los recién llegados protestantes, que no creían en santos, vírgenes ni desde luego papas.