La obra más robada de la historia del arte
Esta joya de Van Eyck parece atraer a los amigos de lo ajeno.
Robar puede ser también un arte.
Las 12 tablas pintadas de este políptico son indiscutibles obras maestras de la pintura flamenca y muestran el paso de la pintura medieval al moderno Renacimiento del norte.
La obra fue expoliada en varias ocasiones: descuartizada por los católicos para ocultarla de los iconoclastas calvinistas y desaparecida algunos años, después sería Napoleón quien se llevó algunas al Louvre, siendo otras pasto de coleccionistas. Algunas acabaron en manos del rey de Prusia y fueron propiedad alemana hasta la I Guerra Mundial. Otras pasaron por varias manos inglesas, belgas y alemanas, aunque todas ellas serían finalmente recuperadas.
En 1934 fue nuevamente robada alguna tabla. El sacristán avisaría a Scotland Yard, que alertó a los principales servicios policiales europeos. El ladrón fue un desconocido que pidió por carta al obispo de Gante un rescate de un millón de francos. Nunca se supo más de ella.
Por supuesto, los nazis también saquearon la catedral. El simbolismo oculto en la obra atrajo al ex-artista Hitler, que estaba convencido que en él se escondía un mapa para encontrar los instrumentos utilizados en la pasión de Cristo, fuente de poderes sobrenaturales de utilidad militar.
Parece que las películas de Indiana Jones no iban desencaminadas sobre la ambición del Führer.
Sea como sea, antes de que las vuelvan a robar os mostramos dos de las tablas pintadas por Van Eyck, que muestran a dos grupos de ángeles –cantando unos y tocando otros- en el concierto anunciado por el Apocalipsis. Por sus caras podemos intuir que la música va a ser espectacular. Id adquiriendo entradas…