Retrato de hombre con turbante rojo.
Un más que posible autorretrato de Van Eyck.
El cuadro aparece con una inscripción esclarecedora en su marco (con caracteres pintados, no tallados como parecen): JOHES DE EYCK ME FECIT ANO MCCCC.33. 21. OCTOBRIS “Jan Van Eyck me hizo el 21 de octubre 1433”, y otra un poco más enigmática arriba: AlC IXH XAN, que puede traducirse como “hago lo que puedo”, o quizá más bien, conociendo un poco al artista “hago esto porque puedo”.
Y lo cierto es que este magnífico pintor no tenía porqué ser modesto. Saltaba a la vista su habilidad en el oficio de la pintura, que Van Eyck ayudó a dignificar.
De hecho, si es cierto que este es su autorretrato (como sugieren todos los indicios), ya es toda una declaración de principios sobre la figura del artista y su suficiente dignidad como para ser retratado. Ademas la figura nos mira directamente, como desafiándonos a poner en duda su derecho a estar ahí, en uno de los museos más importantes del mundo.
Por cierto, que en la National Gallery, llama la atención lo pequeñita que es esta obra (casi casi un A4) comparada con lo increiblemente detallada que está.
Como es usual en Van Eyck, asombra el realismo de la anatomía y sobre todo la minuciosidad de los detalles… Deberíais ampliar la imagen y alucinar con esas arrugas, esos pelitos de la barba, esas pequeñas venas… Desde luego en 1433, obras como esta no abundaban en la aún gótica Europa.