Las hijas del artista con un gato
Apuntes del natural.
Académico como era (de hecho, fue él uno de los fundadores de la Royal Academy of Arts) y básicamente para ganarse bien la vida, Thomas Gainsborough se codeó siempre con gente almidonada y pomposa, gente de pasta. Fue un artista aplaudido sobre todo por sus excelentes retratos y todo el mundo se prestaba a posar para él, incluyendo —por supuesto— a la nobleza de más rancio abolengo del Reino Unido.
Pero Gainsborough dejó algún hueco para retratar de vez en cuando a su familia, en concreto a sus dos hijas, Mary y Margaret, que aquí se abrazan y (en teoría) sostienen al gato del que se habla en el título. Reconozcamos que el felino no parece muy trabajado. Es apenas un esbozo invisible. Ellas en cambio parece que respiran.
Y es que en este caso, todo indica que al pintor no le dio tiempo a acabar la obra (o quizás la dejó así a propósito…?), y quizás que se trata de uno de sus numerosos y magníficos estudios, que en muchas ocasiones superan a sus obras acabadas. Paradójicamente, la sensación de haber estado pintando del natural es mayor en estas obras tan espontáneas que en sus obras más relamidas y elaboradas.