Mano con anillo
La primera radiografía es hoy también una obra de arte.
Dejamos de lado por un momento el arte más estándar para hablar de otro tipo de arte: la ciencia… ¿O quizás es la ciencia un arte? Quizás es la misma cosa: para ambos se necesita ante todo análisis y creatividad.
A finales del siglo XIX, al estudiar los efectos de pasar una corriente eléctrica a través de gases a baja presión, el físico alemán Wilhelm Röntgen descubrió accidentalmente rayos X, una radiación casi mágica que permitía pasar a través de sólidos. El nombre «rayos X» ya nos sugiere misterio y magia, ¿verdad?.
Su descubrimiento transformó la medicina de la noche a la mañana. Pero también en otros campos se abrieron otras posibilidades, incluido por supuesto el arte. De hecho también se infiltró el nuevo invento en el mundo del espectáculo: hasta en ferias los visitantes podían ver su propio esqueleto.
Aunque los registros de laboratorio de Röntgen fueron quemados a su petición cuando murió, se conservan las primeras radiografía que el científico le hizo a su esposa Anna Bertha Ludwig, la primera modelo de Rayos X de la historia.
Se cuenta que Röntgen ya tenía una personalidad bastante artística. Al parecer en su adolescencia fue expulsado de la Escuela Técnica de Utrecht por realizar una caricatura de uno de sus profesores. Años después, el científico recibiría el Nobel de física.
Aquí vemos la mano de la mujer con un anillo, y aunque quizás no es de lo más apta para la radiología, si podemos ver un cierto gusto estético: la imagen poco nítida es de lo más sugerente, parece casi un sueño de un surrealista. También podemos apreciar simbolismo: el anillo de matrimonio como lo más sólido y preciso de esa mano (los dos se querían con locura y ella pondría la mano en el fuego por Röntgen), o la representación de un esqueleto, que puede entrar dentro de la temática de memento mori tan explotada a lo largo de la historia del arte.
Hoy esta imagen tiene un alto valor científico, histórico y -en opinión de este redactor- también artístico. Sirva de homenaje a los profesionales sanitarios de imagen para el diagnóstico, una gente que quizás no es lo todo conocida que debería y que llevan salvadas millones de vidas desde que Röntgen descubrió eso de los rayos X hace más de un siglo.