El jardín de la muerte
Dos simpáticas calaveras cosechando.
La Muerte era uno de los temas preferidos del pintor simbolista finlandés Hugo Simberg y la pintó en múltiples ocasiones, sobre todo como su representación tradicional: un esqueleto. Como simbolista, Simberg tenía muy presente la iconografía medieval y algo que probablemente influyó en él de forma capital fue la llamada Danza de la muerte, una forma de arte propia de la edad media en la que se hace una personificación alegórica de la Muerte como un esqueleto humano. Así se da a entender que todos, negros o blancos, hombres o mujeres, ricos y pobres vamos a acabar de idéntica manera: como un sonriente esqueleto.
Como en este caso, Simberg pinta a la muerte como algo simpático, incluso positivo. ¡Coño, la pinta de forma adorable…! Fijaos en el esqueleto central abrazando unas florecillas…
Tal vez el artista estaba tratando de decir que la muerte no es necesariamente un enemigo. Quizás pueda ser un amigo, y por lo tanto no hay porqué tener miedo… O quizás Simberg esté cargando la escena de humor negro, que es uno de los humores de mejor calidad… ¿Quién sabe?
Lo cierto es que todos, sin excepción, vamos a conocer a uno de estos esqueletos. Lo siento. Es así. Sólo esperemos que sea dentro de mucho, mucho tiempo.